viernes, 13 de julio de 2007

¡Ese Famoso Píxel!

En la era de la imagen digital una de los términos que más utilizamos es la mundialmente conocida palabra “píxel”. Pero, sabemos realmente lo que es un píxel?
Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, Píxel es: Superficie homogénea más pequeña de las que componen una imagen, que se define por su brillo y color. Esta palabra deriva del inglés Picture (Pix) y Element (El).
Entonces, se entiende por píxel a la unidad mínima divisoria de una imagen digital. En otras palabras, es cada uno de esos cuadraditos que aparecen en nuestra pantalla cuando acercamos al máximo el zoom en el photoshop o en algún otro programa de edición de imágenes. Cada uno de esos puntitos que contienen distintos tonos y colores, son los que componen esa imagen. Si lo quisiéramos comparar, el píxel sería para el digital, lo que el grano para la película analógica; pero a diferencia de este último, los píxeles tienen una forma y un orden determinado, mientras que los granos son amorfos y desordenados.

Muchas personas cuando van a comprar una cámara digital se obsesionan con buscar una que tenga la mayor cantidad de píxeles posibles, pero muchas veces ignoran de qué se trata. No necesariamente una cámara que tenga más píxeles nos va a dar una mejor calidad de imagen. Si lo que queremos es publicar fotos por Internet o imprimirlas a tamaño 10x15 no hacen falta muchos mega píxeles.
Para hacernos una idea, la mayoría de las pantallas de ordenador tienen una resolución de 1024 x 768 es decir, 786.432 píxeles o los muy de moda televisores Full HD de 1920 x 1080 tienen 2.073.600 píxeles (2 Mpx* aprox.) en total. Y si hablamos de impresión, una imagen de 10x15cms con la resolución que imprimen la mayoría de laboratorios tiene unos 2 millones de píxeles.
Por lo tanto, debemos de tener muy claro qué es lo que estamos buscando con la cámara y qué uso le vamos a dar. Y a partir de eso ver si vale la pena invertir en una cámara con muchos mega píxeles o no. Hay que tomar en cuenta que con 6Mpx ya tendremos una resolución suficiente para poder hacer ampliaciones de buen tamaño sin necesidad de interpolar, como por ejemplo una 30x45 cms. Y si hablamos de interpolación (tema que veremos más adelante en otro post), ya estamos hablando de cosas mayores. Con mi Nikon D100 de 6Mpx he podido hacer ampliaciones en inkjet de 50x70cms con una calidad bastante aceptable.
* Mpx: Léase megapíxel = 1 millón de píxeles
Continuará...

lunes, 9 de julio de 2007

¡¡¡Qué Maravilla!!!


No hacia falta que una fundacion organizara la eleccion de las nuevas siete maravillas del mundo para que el Peru tenga su maravilla. Fue en el siglo XV cuando los incas le regalaron a la humanidad este hermoso y majestuoso santuario, que se perdio en la selva del Cusco con la desaparicion del imperio incaico, pero que fue redescubierto a comienzos del siglo pasado.
Lejos de las polemicas de si es valida la votacion o no, que si no es apoyada por una u otra institucion, creo que fue muy justa la eleccion de Macchu Picchu. Lo que esta muy claro es que la ciudadela inca fue elegida por votantes de todo el mundo y no solo por los peruanos. Es muy facil llegar a esta conclusion ya que el Peru solo tiene 27 millones de habitantes de los cuales un reducido porcentaje tiene acceso a internet y por lo tanto a votar, mientras que otras candidatas de paises con mucho mayor poblacion fueron descartadas. Entonces fuera de si tiene validez o no, los peruanos tenemos mucho que celebrar, ya que millones de personas de distintos lugares del planeta quisieron que la nuestra sea una de esas siete maravillas.

miércoles, 4 de julio de 2007

Acerca del Color (II)


Otro punto muy importante a tomar en cuenta es el balance de blancos y la temperatura de color. Los seres humanos tenemos la ventaja de poder hacer un balance automático de blancos, al igual que la mayoría de cámaras digitales. Un ejemplo para esto es cuando pasamos de una habitación con luz de fluorescentes a una de luz incandescente; notamos inmediatamente los tonos más amarillentos, pero paulatinamente nos acostumbramos y vemos un color más real y el blanco más blanco.
El problema está cuando la cámara no nos hace un balance preciso, como sucede muchas veces cuando lo ponemos en automático, y nos aparecen imágenes rojizas, verdosas, amarillentas o de cualquier otro color no deseado.
Si trabajamos en estudio o en cualquier otro lugar donde tengamos el tiempo suficiente para preparar la foto, debemos hacer un balance manual de blancos para lograr colores más exactos. Si no tenemos tiempo y vamos a cambiar constantemente de ambientes con distinta iluminación, no nos queda otra que trabajar en Raw y modificar posteriormente la temperatura.
Pero, ¿qué es la temperatura de color? Es un sistema de medición usado para prever las dominantes que nos producirán ciertas fuentes de luz y poder corregirlas. En fotografía analógica se corrigen con filtros tomando en cuenta la película que utilicemos y en la fotografía digital con el balance de blancos.
La temperatura de color se mide en Kelvin “a secas” (y no en grados Kelvin). ¿Y cómo se determinó que color corresponde a qué temperatura? Se puso al fuego una barra de metal, y conforme se iba calentando, iba cambiando de color (uno mismo puede ver ese efecto calentando un alfiler con un mechero). Entonces, los tonos rojizos están por debajo de los 5000K de la luz de día y los azulados por encima.
En el mercado existen (¿o existían?) dos tipos de película calibradas para distintas temperaturas de color: las de Luz de Día (5500K) y las de Luz de Tungsteno (3200K). ¿Y que pasa si trabajamos con una película fabricada para una determinada temperatura con otro tipo de luz? Tendríamos que ponerle un filtro a la cámara que equilibre el color. ¡Pero hay infinidad de temperaturas!... Me contaba hace varios años un profesor que cuando se hacía fotografía de publicidad existían empresas que te alquilaban los filtros, ya que era demasiado costoso tener toda la gama de filtros que existían en el mercado para este fin. Entonces, lo que se hacía era medir el color de la luz con un termo colorímetro (el cual ya casi no se fabrica) y dependiendo de eso se optaba por un filtro u otro.
Ahora este problema es prácticamente un problema del pasado ya que la gran mayoría de fotógrafos trabajan (unos por iniciativa propia y los más conservadores por exigencia de sus clientes) en digital.

lunes, 2 de julio de 2007

Blanco y Negro ¿Digital?

Sigo con mi terquedad de trabajar el blanco y negro en digital. A pesar de que muchos fotógrafos me dicen que la escala de grises es para la fotografía analógica, encuentro mucho más ventajas de trabajar las imágenes en el ordenador que en el cuarto oscuro. El único problema es encontrar un blanco y negro sin virados no deseados a la hora de la impresión, una buena opción es el lambda (proceso fotoquímico en el cual se proyecta la imagen mediante un láser en el papel fotográfico) o sino podemos optar por una impresora de inyección de tinta siempre y cuando ésta tenga cartuchos con distintos tonos de gris.
Pero, ¿por qué insisto en el digital? No se puede comparar la precisión que nos da el ordenador para hacer las “reservas” (digitalmente hablando llamémosle reserva a trabajar ciertas zonas por capas, modificando los niveles y curvas seleccionadas independientemente), además de la infinidad de filtros de color que podemos tener.
Ya no hace falta ponerle a la cámara un filtro amarillo para resaltar el cielo, por ejemplo. Si vamos al mezclador de canales del Photoshop podemos modificarlos en el modo monocromático a nuestro antojo y darle más o menos opacidad a los filtros de cada color de manera individual. Y ¿qué les puedo decir del plugin Convert to WB Pro de The Imaging Factory?, es simplemente genial, aparte de filtrar los colores por tonalidad, podemos elegir el grado del papel y hacer un virado con el tono y saturación que queramos, además de la amplia gama de funciones que nos brinda.
No es nada nuevo lo que nos ofrece el Photoshop para el blanco y negro, son técnicas analógicas trasformadas en digitales. La perspectiva o el horizonte, no se corrige inclinando o girando el papel hacia un lado o hacia el otro, sino con la herramienta transformar. Y así podemos nombrar cada una de las técnicas del laboratorio aplicadas al ordenador.
Pero lo que si debemos de tener muy claro es que no podemos pretender lograr con una cámara digital y un ordenador una imagen idéntica a la que nos da una cámara con una película de blanco y negro y una ampliadora, es como pretender pintar con óleos y querer tener el mismo resultado que una acuarela.
Eso no quiere decir que uno sea mejor que otro, sino que son distintos procesos. El digital recibe la información que nos da cada píxel y transforma los colores en tonos de gris, mientras que la película de blanco y negro captura las distintas intensidades de luz que nos refleja cada color en un material fotosensible. Luego el digital nos crea una imagen virtual de unos (1) y ceros (0) que luego podremos verla a través de una pantalla y procesarla con un ordenador, mientras que el analógico nos da unas imágenes de tonos invertidos en un soporte físico (negativos) que pueden positivarse proyectándole una luz a través de una ampliadora.
Entonces ya depende de cada uno optar por uno u otro sistema, es como todo en esta vida, tenemos que ver sus pros y sus contras y ver con cual nos sentimos más cómodos y cual se acerca más al resultado que buscamos. Yo de momento, opté por el digital.

Estas son una imágenes digitales convertidas en ByN con Convert to BW Pro: